¡Que duro es cuando nuestros hijos se enferman!, es un dolor que no te deja respirar, que te aprieta el pecho y ruegas a Dios y todos los santos que seas tú quien esté en su lugar.
Hace un par de semanas mi Princesa se enfermó, no parecía nada serio, su cuerpo estaba como su tuviera sarpullido, un poco enrojecido y tenía picazón, pensé que podía ser por el calor, pero con el paso de las horas, el enrojecimiento comenzó a avanzar a más partes de su cuerpo, ahora también había dolor; la llevamos de emergencia al doctor, después de revisarla; el diagnóstico fue "Síndrome de Piel Escaldada".
La Dra nos dijo que debíamos actuar pronto, era necesario ¡hospitalizar!, cuando oí eso me preocupé muchísimo, de qué enfermedad estábamos hablando?
Una segunda opinión nos dijo que debemos combatir con antibióticos, medicinas para el dolor y esperar 3 días a que evolucione, pudimos llevarla a casa con nosotros, con todos los miedos del mundo, pero sentíamos que estaría recibiendo los mejores cuidados a nuestro lado.
Me puse a buscar en la web que era esa enfermedad y mientras más averiguaba, más me deprimía (las imágenes de la web son bastante duras); es ocasionada por la bacteria del estafilococos, la bacteria produce un tóxico que ocasiona daño a la piel. El daño
crea ampollas como si la piel estuviera escaldada.
Este síndrome ocurre con mayor frecuencia en bebés y en niños menores de 5 años, y si no se actúa a tiempo, es de alto índice de mortalidad y los síntomas son:
- Ampollas
- Fiebre
- Desprendimiento de piel
- Piel adolorida
- Enrojecimiento de la piel que se propaga hasta cubrir la mayor parte del cuerpo
- La piel se desprende con sólo ejercer una presión suave dejando áreas rojas y húmedas
No se imaginan los días terribles que pasamos, ella lloraba y yo no podía contener el llanto, sus ojitos pidiendome que le alivie el dolor, llenaban de lágrimas mi corazón, me preguntaba mil veces ¿Porqué a mi hija?, renegaba, se me iba la paciencia, mi esposo y mi mamá estaban a nuestro lado en todo momento, gracias a su apoyo pude superar varios momentos de crisis.
Y gracias a Dios, al apoyo de mi familia, las oraciones de nuestros familiares y la preocupación de nuestros amigos, pasaron los 3 días y mi Princesa se comenzó a recuperar, que alivio pudimos sentir al ver que su piel mejoraba, al igual que sus ánimos y su apetito.
El peligro ya pasó y ahora podemos respirar tranquilos, aún debemos tener algunos cuidados con Ella, como no salir en las horas que el sol está más fuerte ya que su piel aún está dañada, pero lo peor ya lo superamos.
Siempre debemos llevar a nuestros hijos a su pediatra a la primera que lo necesiten, no automedicarlos y cuidarlos muchísimo!
Gracias por leerme.
Nos vemos en el próximo post :)
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